2.3.7.-
TRASPLANTE AL SUSTRATO
ELECCIÓN
DE UN MEDIO DE ENRAIZAMIENTO DE LOS EXPLANTES
Para enraizar los explantes se utilizan
principalmente plantines individuales de un tamaño aproximado de 2 cm. Los
brotes obtenidos durante la fase de multiplicación se transfieren a un medio
libre de reguladores de crecimiento o que solo contenga hormonas del tipo de
las auxinas. Algunas especies de plantas no necesitan pasar por esta etapa y
emiten sus raíces en el mismo medio de cultivo donde desarrollan yemas nuevas,
por lo tanto el proceso de multiplicación y enraizamiento transcurren en forma
simultánea.
ACLIMATACIÓN
DE LOS EXPLANTES ENRAIZADOS
Los explantes recién enraizados son muy sensibles a
los cambios ambientales, de manera que el éxito o el fracaso de todo el proceso
dependen de la aclimatación. En esta etapa las plantas sufrirán cambios de
diferente tipo que permitirán la adaptación de las mismas a vivir en
condiciones naturales. En el momento en que se extraen los explantes o
plantines enraizados de los frascos, están poco adaptados a crecer en un
invernáculo, ya que estos explantes han enraizado y crecido en ambientes con
una humedad relativa muy elevada y generalmente tienen estomas (estructuras
responsables de regular la transpiración y pérdida de agua en la planta) que no
son completamente funcionales frente a descensos de la humedad relativa, y por
lo tanto demasiado lentos para evitar la desecación del explante. Por otra
parte, crecer en ambientes tan húmedos también suele implicar la falta de una
cutícula con cera bien desarrollada, que representa la barrera física para
evitar la perdida de agua a lo largo de toda la superficie de la planta. Los
plantines enraizados, deben ser aclimatados a las condiciones de humedad del
invernadero disminuyendo progresivamente la humedad relativa e incrementando
progresivamente la intensidad de luz. Estos plantines se plantarán en
contenedores (almacigueras) cubiertos por un plástico, para mantener la humedad
relativa elevada. La elección de un sustrato con buenas características
físicas, es clave para el éxito de esta etapa. Para el trasplante, elegimos un
sustrato suelto, poroso, con mezcla de arena turba, cáscara de arroz quemado,
para permitir un desarrollo y crecimiento de raíces muy rápido. Las mezclas son
diferentes y muy variadas de acuerdo a la especie con la que estamos
trabajando. Luego de retirar cuidadosamente el agar de las raíces para evitar
dañarlas, los plantines se enjuagan y se colocan en almacigueras con la mezcla
de sustratos seleccionada y cubiertos con nylon. Todos los días se debe
controlar el nivel de humedad en las almacigueras. Si es necesario, se aplica
un riego con una pulverizadora manual, para mantener un ambiente húmedo a nivel
del sustrato. A los 15 días del trasplante, se puede comenzar a levantar la
cobertura de nylon en las horas de menor calor (temprano en la mañana o en la
última hora de la tarde). Al comienzo las plantas se dejan media hora por día
destapadas. A la semana siguiente se dejan destapadas durante una hora. Al mes
del trasplante, se dejan tapadas durante la noche y si hay crecimiento de
nuevas hojas, las plantas pueden permanecer destapadas. Las condiciones del
cultivo in vitro, generan cambios en algunos aspectos anatómicos y fisiológicos
de las plantas, por esta causa, durante la aclimatación, los cambios deben ser
muy graduales, para minimizar el estrés y tener mayor tasa de sobrevivencia.